Para prevenir toxoinfecciones alimentarias es importante respetar unas normas de higiene durante la preparación y conservación de las comidas, que ayudan a garantizar que los alimentos sean seguros ya evitar la contaminación cruzada
Las toxiinfecciones son enfermedades que se manifiestan sobre todo con síntomas digestivos, como vómitos y diarreas, y que se producen cuando una persona consume un alimento contaminado por microorganismos, como la salmonela. Está perfectamente establecida la relación entre determinadas prácticas incorrectas y estas enfermedades.
¿Qué es la contaminación cruzada y cómo evitarla?
La contaminación cruzada es el proceso mediante el cual los microbios u otras sustancias ajenas, como los alérgenos, se transfieren de forma no intencional de un alimento u objeto a otro alimento, con efectos perjudiciales.
En la restauración y en los hogares, la contaminación cruzada es una de las causas principales de toxiinfecciones alimentarias.
Los alimentos crudos pueden contener bacterias u otros microorganismos patógenos por lo que es necesario cocinarlos bien o lavarlos adecuadamente si deben consumirse crudos. La falta de higiene en la cocina puede hacer que estas bacterias lleguen a manos, cuchillos, trapos y tablas de cortar. Después de manipular alimentos crudos, es muy importante lavarse las manos y limpiar los utensilios utilizados.
La contaminación cruzada se produce:
- por contacto directo entre un producto crudo y un producto cocinado, o
- por contacto indirecto, es decir, a través de las manos del manipulador o mediante material de cocina, como utensilios, trapos o superficies. Por ejemplo, al cortar con el mismo cuchillo un pollo crudo y una lechuga limpia.
¿Podemos evitar la contaminación cruzada?
Sí, podemos evitarla con una buena higiene en la cocina.
La mejor medida para prevenir este riesgo es respetar las cuatro normas de seguridad alimentaria: limpiar, separar, cocer y enfriar.
Respetar las cuatro normas básicas de higiene ayudan a prevenir las toxiinfecciones alimentarias:
Limpiar
- Lavarse las manos antes de empezar a preparar alimentos, después de manipular alimentos crudos y cada vez que, durante la preparación de las comidas, manipule basura, pañales, dinero, etc.
- Lavarse las manos después de ir al inodoro, estornudar, toser, mocarse, y después de tocar animales domésticos.
- Limpie las superficies y utensilios de cocina antes de utilizarlos y, especialmente, después de manipular alimentos crudos, como carne, pescado, huevos, pollo, etc.
- Proteja los alimentos y la cocina de insectos y animales domésticos.
- Lave las frutas y las hortalizas, especialmente si se comen crudas.
¿Por qué?
- En el suelo, en los animales y en las personas pueden haber algunos microorganismos peligrosos causantes de enfermedades de transmisión alimentaria.
- A través de las manos, los trapos y otros utensilios de cocina podemos esparcir estos microorganismos y contaminar los alimentos.
Separar
- Separe siempre los alimentos crudos de los alimentos cocinados y también de los que se consumirán crudos y ya están limpios.
- Utilice utensilios diferentes (horquillas, cuchillos, platos, etc.) para manipular estos alimentos.
- Dentro de la nevera, conserva los alimentos crudos y los cocinados en espacios diferenciados y en recipientes tapados para evitar la contaminación entre ellos.
¿Por qué?
- Los alimentos crudos pueden contener microorganismos susceptibles de contaminar los alimentos cocinados o los que se consumen crudos ya limpios.
Cocinar
- Cocer suficientemente los alimentos, sobre todo la carne, el pollo, los huevos y el pescado.
- Cocer los alimentos que contienen huevo a una temperatura que llegue al menos a los 75°C en el centro del producto. Cuale bien las truchas.
- Los asados de carne y pollo deben llegar a los 75°C en el centro de la pieza. Asegúrese de que los jugos son claros y no rosados.
- Recaliente bien la comida. Un alimento es suficientemente caliente cuando se debe dejar enfriar para poder comerlo.
¿Por qué?
- La cocción elimina a los microorganismos peligrosos de los alimentos. Si no se alcanza la temperatura adecuada, los microorganismos sobreviven.
- El recalentamiento a temperatura suficiente mata a los microorganismos que puedan haberse desarrollado durante la conservación del alimento.
Enfriar
- Prepare las comidas con la mínima antelación posible antes de consumirlas y, cuando esto no sea posible, consérvelas refrigeradas.
- Refrigeráis, lo antes posible, los alimentos cocinados. No los mantenga a temperatura ambiente durante más de dos horas.
- Distribuya la comida en recipientes pequeños para facilitar su enfriamiento.
- Descongele los alimentos dentro del frigorífico o en el microondas justo antes de prepararlos; no los descongele a temperatura ambiente.
¿Por qué?
- Algunos microorganismos se multiplican muy rápidamente si la comida se conserva a temperatura ambiente.
- Por debajo de los 5°C y por encima de los 65°C el crecimiento de los microorganismos se retrasa o detiene.