Las minas antipersonales y las municiones sin estallar (bombas de racimo), son una amenaza directa en las condiciones de paz, que actualmente afecta a cerca de 80 países y zonas. Lo son, durante el conflicto, pero también lo son y principalmente, cuando las hostilidades han terminado, porque no hacen posible que se cumplan las condiciones mínimas necesarias, para disfrutar de la paz. Su utilización y sus efectos, provocan evidentes violaciones del derecho humanitario y de los derechos humanos, entre los cuales se encuentra el más básico: el derecho a la vida.

A cargo del Grupo Eirene (Ficha de la actividad).