Las ciudades con representación en el I Congreso Internacional de Ciudades Educadoras, celebrado en Barcelona en 1990, recogieron en la Carta inicial los principios básicos para el impulso educativo de la ciudad. Partían del convencimiento de que el desarrollo de sus habitantes no puede dejarse al azar. La Carta se revisó en el III Congreso Internacional (Bolonia, 1994) y en el VIII Congreso (Génova, 2004), para adaptar sus planteamientos a los nuevos retos y necesidades sociales.
Esta Carta se fundamenta en la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966), en la Convención sobre los Derechos de la Infancia (1989), en la Declaración Mundial sobre Educación por en Todos (1990) y en la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural (2001).
Este año se celebra el 30 aniversario de la proclamación de la Carta de Ciudades Educadoras. Coincidiendo con este aniversario, se proclamará una nueva versión actualizada del documento. La nueva versión de la Carta mantiene la esencia y valores que promueve desde sus inicios, pero ante los nuevos retos globales que deben afrontar las ciudades, el Comité Ejecutivo ha creído necesario actualizarla para seguir inspirando la acción municipal. La nueva Carta refuerza temas como la cuestión de género y la sostenibilidad, contiene un principio específico de salud y cuidados, da mayor peso a la cultura e incorpora la brecha digital y el Big Data.