Hablamos de sequía cuando un territorio sufre un déficit de suministro de agua.
Hablamos de sequía cuando un territorio sufre un déficit de suministro de agua durante un tiempo prolongado, normalmente debido a que llueve menos de lo habitual. Este fenómeno genera un desequilibrio entre la disponibilidad natural de agua y el consumo que realiza la actividad humana.
El régimen pluviométrico de nuestro país tiene, de por sí, un carácter irregular, característico del clima mediterráneo, que alterna largos períodos de ausencia de lluvias con episodios de lluvias torrenciales, lo que nos hace especialmente vulnerables a sufrir episodios de sequía.
Cataluña ha sufrido a lo largo de la historia reciente varios episodios de sequía. Uno de los más importantes es el que afectó al conjunto de la Península Ibérica entre 1944 y 1950, que provocó que se ordenasen restricciones en el suministro a varias poblaciones y durante distintos períodos. También en 1953 la sequía supuso cortar el suministro a muchos hogares durante un 30% de las horas del día. En los últimos episodios, en 1973, 1985, 1988 y 2008, la sequía provocó restricciones importantes en el suministro, y los cortes estuvieron a punto de afectar al área metropolitana, hasta que llovió.