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Miro en Castelldefels

Joan Miro, Galeria de antiretratos, sera la exposición que podremos ver del 19 de octubre al 18 de noviembre en la Sala de Exposiciones la Estación de Castelldefels.

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A lo largo de su prolífica vida, Joan Miró se siente atraido por todos los campos de la creatividad artística. "No soy ni un grabador ni un pintor -dijo una vez- sinó un alguien que procura expresarse con todos los medios". Su actitud receptiva le hace sintonizar, en la madurez, con la obra de artistas más jóvenes. Así, en lso sesenta, comienza a pintar teles de gran formato. Son obras en que el lenguaje de signos y símbolos aparece representado de una manera cada vez más sintetizada, mientra que la materia con la cual trabaja, la gestualidad y el imprevisto, hehchos que también son caraterísticos de nuevos movimientos como el Action Painting o el arte informal europeo, toman una importancia relevante. Esta evolución también se hace evidente en la obra gráfica, que adquiere un nuevo dinamismo a partir de 1967, cuando comienza a trabajar el grabado al carborúndum, inventado por Henri Goetz. Contrariamente a las técnicas de grabado tradicionales, que consistian en vaciar la plancha de metal y son de elaboración más lenta, el carborúndum se consigue por relevo. Su utilización proporciona a Joan Miró una materia vigorosa y le permite un trazo rápido y poderoso que le facilitan trabajar los grabados de gran formato con más riqueza y liberdad. Joan Miró combina en un mismo grabado y a partir de diferentes planchas esta nueva técnica con las que ya utilizava, como el aguafuerte o la aguatinta. En la colección de grabados que se presentan en esta exposición, el color negro domina las composicionse y configura unos personajes antropomórficos, primitivos y llenos de humor. Son personajes situados en el centro de la composición y rodeados de signos astrales, donde a menudo los pájaros marcan el espacio y conectan estos personajes telúricos con el mundo celeste. Son seres fabulosos o mitológicos, captados en la esencia de una expresión y contrapuestos a toda forma de representación o de imitación; sóon antiretratos, en que Miró hace evidente principalmente los ojos dispuestos frontalmente, que no dejan de mirar ale espectador.