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La Audiencia de Barcelona desestima una querella contra el Alcalde

La Audiencia de Barcelona desestima definitivamente una querella contra el Alcalde de Castelldefels por la venta de los terrenoys de Can Ferret.

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La Audiencia de Barcelona desestima definitivamente una querella contra el Alcalde de Castelldefels por la venta de los terrenoys de Can Ferret. La Asociación por la Defensa del Medio Ambiente y el Crecimiento Urbanístico Sostenible de Castelldefels habia recurrido la desestimación anterior emitida por el Juzgado número 3 de Gavà. La Audiencia Provincial entiende que la inadmisión del juez fue «plenamente ajustada a la jurisdicción». La Audiencia Provincial de Barcelona ha desestimado definitivamente la demanda por presunta prevaricación, tráfico de influencias y fraude presentada contra el alcalde de Castelldefels, Agustín Marina, y los socios y responsables de una empresa immobiliaria. En junio de este año, el Juzgado de Instrucción núm 3 de Gavà no admitió la querella presentada por la Asociación por la Defensa del Medio Ambiente de Castelldefels, que, al conocer aquella decisión, presentó recurso ante la Audiencia Provincial. Ahora, esta instancia ha resuelto que «de los hechos descritos en la querella no se desprenden indiciso de la comisión de ningún delito, por la cual cosa la decisión del juez de Instrucción fue plenamente ajustada, razón por la cual procede a desestimar el recurso de apelación». En el acto de desestimación del recurso, la Audiencia explica que en 1841, el testamento de Teresa Ferret establecia la donación de su finca, en el entorno de Ca n'Aimeric, conocida como Can Ferret, al rector de la parroquia y al alcalde de la población, con el objeto de que, con el producto que se obtuviera, se celebrasen misas en su memoria. En 1989, el rector y el alcalde firmaron un convenio por el cual la finca era cedida a la localidad de Castelldefels, a cambio de la permuta de otros bienes que eran cedidos a la parroquia. Este acuerdo fue aprobado por el Pleno municipal en julio de 1989. En aquella misma sesión plenaria, los terrenos fueron recalificados, hecho en el cual «no se aprecia el más mínimo indicio de delito de prevaricación por parte del alcalde», según el acta de la Audiencia. Posteriormente, el 1990, el Ayuntamiento de Castelldefels vendió la finca de Can Ferret a una sociedad privada por unos 400 millones de pesetas. En consecuencia, el acta judicial indica que «la titularidad del Ayuntamiento sobre Can Ferret acaba en 1990». La venta fue también aprobada por el Pleno municipal.