Palomas en el ámbito urbano

La sobrepoblación de palomas (por exceso de alimento o por ocupación indebida de espacios) suelen generar molestias ciudadanas y, a veces, situaciones de insalubridad.

• Ocasionan daños en las estructuras de los edificios y de los espacios de uso público: los excrementos tienen un elevado efecto corrosivo, ocupan y obstruyen agujeros de ventilación de edificios, ensucian balcones y ventanas y pueden generar caídas en días de lluvia.
• Pueden provocar alergias a las personas propensas por la contaminación que provoca su presencia.
• Pueden actuar como transmisores de diferentes enfermedades.
• Afectan la biodiversidad de la ciudad, porque limitan el asentamiento otros pájaros autóctonos y con efectos beneficiosos para el control de mosquitos (ejemplo: vencejos y golondrinas). Es por este motivo que la alimentación de palomas en espacio públicos o privados no está permitida y puede ser sancionada de acuerdo con la ordenanza municipal de tenencia de animales.

• No dar de comer a las palomas, tanto en espacios públicos como privados. Así se evita el exceso de población y reduce las molestias que puedan causar. Sobre este aspecto hay que tener en cuenta que las palomas ya disponen de suficientes recursos alimenticios y por tanto no necesitan que se los proporcione una alimentación suplementaria. La existencia de alimentadores suele estar asociada a sobrepoblación de palomas y es causa directa de molestias para los vecinos que viven en la zona donde estas personas actúan.
• Evitar las posibilidades de refugio e implantación de las palomas en los inmuebles. Es habitual que las palomas aniden en edificios abandonados o en balcones de viviendas sin habitar.
• Adoptar medidas de protección de la edificación. En determinados casos puede ser necesario recurrir a los servicios de empresas especializadas.

Tríptico sobre palomas - Diputació de Barcelona