Cotorra argentina (Myiopsitta monachus)
La Myiopsitta monachus, comúnmente conocida como cotorra argentina, es una especie de loro característico de Sudamérica.
Su plumaje verde vibrante, anillo ocular blanco y cola larga la hacen fácilmente identificable.
Con una longitud de aproximadamente 30 centímetros, estos pájaros monógamas forman colonias comunales para anidar, construyendo nidos comunitarios con rametas. Estos nidos pueden llegar a pesar 200kgs.
Destacan por su comportamiento social altamente desarrollado, comunicándose a través de una amplia variedad de sonidos y llamamientos.
Su inteligencia y capacidad para imitar sonidos han contribuido a su popularidad como mascotas.
Sin embargo, como especie invasora, la adaptabilidad de la cotorra argentina ha generado desafíos en entornos urbanos, afectando la biodiversidad y generando tensiones con las comunidades locales.
La presencia de la cotorra argentina en entornos urbanos ha generado varios problemas.
Su comportamiento vocal y social, aunque fascinante, puede resultar intrusivo, generando quejas por ruido constante.
Además, la competencia por recursos alimenticios con pájaros autóctonos afecta negativamente la biodiversidad local. La capacidad de anidar en estructuras urbanas provoca daños en edificaciones y tensiones con la comunidad.
Las cotorras argentinas también impactan negativamente en la agricultura al consumir cultivos.
Estos problemas resaltan la necesidad de estrategias de gestión para mitigar la proliferación descontrolada y promover una coexistencia equilibrada en entornos urbanos.
No dar de comer a las cotorras, tanto en espacios públicos como privados. Así se evita el exceso de población y reduce las molestias que puedan causar.
Hay que recordar que la Ordenanza municipal reguladora de la tenencia de animales domésticos de compañía y perros potencialmente peligrosos prohíbe alimentar animales tanto a la vía pública como espacios particulares.
Las personas que a pesar de estar informadas de esta ordenanza sigan realizando esta práctica, pueden llegar a ser sancionadas con multas que van de los 150 a los 300 euros.
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