Medidas desde la administración para paliar los efectos de la sequía
Para dar respuesta a los déficits estructurales del sistema y mejorar la capacidad de reacción frente a estos episodios, y con el objetivo de garantizar el suministro, se han ido multiplicando las infraestructuras de abastecimiento. Entre ellas destacan, a nivel de Cataluña, la ampliación de la desalinizadora de la Tordera, la construcción de la desalinizadora del Prat del Llobregat, la conexión entre los depósitos de la Trinidad y de la Fontsanta o la recuperación de más de 300 pozos en todas partes del territorio.
Sin embargo, el escenario del cambio climático plantea la necesidad de ser aún más eficientes en los usos del agua para compensar sus efectos sobre la disponibilidad de agua a medio y largo plazo, ya que se reducirán las lluvias, las nevadas y, en consecuencia, también los caudales de los ríos. En este sentido, desde la Agencia catalana del Agua (ACA - Generalitat de Catalunya), en 2020, se aprobó el Plan Especial de Sequía (PES), una herramienta de gestión preventiva de la planificación hidrológica para actuar en situaciones de sequía que, en función de la evolución de las reservas de agua, establece unas dotaciones máximas para cada escenario de sequía, dictando las medidas necesarias a aplicar para gestionar la demanda, según la disponibilidad del recurso. El ACA es el organismo que declara la entrada en cada uno de los escenarios de sequía, en función del estado de las reservas de cuyos embalses se abastece cada una de las unidades de explotación del territorio.
Por su parte, el Ayuntamiento de Castelldefels aprobó inicialmente, en el pleno del 26 de enero de 2023, su propio Plan de Emergencia Municipal en situación de Sequía de Castelldefels (PEMS). El PEMS, redactado de acuerdo con los requerimientos y limitaciones definidos por el PES (ACA), analiza la situación municipal en lo que se refiere a la demanda de agua de los diferentes usos en situación de normalidad: doméstico (78% del consumo), no doméstico (17%) y municipal (5%), y evalúa cuál deberá ser la demanda en situación de sequía. Asimismo plantea una serie de medidas a llevar a cabo para racionalizar los consumos de agua de forma preventiva, así como las medidas a aplicar en cada escenario de sequía, según los umbrales establecidos: alerta, excepcionalidad y emergencia.
Los diferentes escenarios de sequía que prevé la planificación (tanto el PES – ACA como el PEMS – Ayuntamiento) y la previsión de gestión de las diferentes fuentes de reservas de agua en función de cada uno de estos escenarios de sequía se muestra en el esquema siguiente: